Diabetes Mellitus


La diabetes es uno de los problemas médicos más frecuentes en la consulta odontológica, de ahí la importancia de conocer sus síntomas, características y manejo.

El páncreas segrega hormonas, entre ellas destaca la insulina, hormona que se encarga de regular el metabolismo de la glucosa. Su deficiencia absoluta o relativa da origen a la diabetes mellitus. Se divide en:
  • ·        Diabetes tipo 1: forma aguda, especialmente en niños y adolescentes.
  • ·        Diabetes tipo 2: comienzo lento, puede durar meses o años.
 Los síntomas incluyen:
  • ·        Exceso en la producción de orina (poliuria), más notorio por la noche.
  • ·        Exceso de sed (polidipsia) para compensar la poliuria.
  • ·        Aumento del apetito (polifagia), sobretodo de azucares o hidratos de carbono.
  • ·        En descompensación grave hay pérdida de apetito y anorexia.
  • ·        Adelgazamiento en la Diabetes tipo 1
  • ·        Tendencia a la obesidad en la Diabetes tipo 2. 
  • ·        Astenia o fatiga por el defecto metabólico generalizado.
  • ·        Prurito en Diabetes tipo 2.
  • ·        Tendencia a infecciones.
  • ·        Retraso en la cicatrización de las heridas, en estadios avanzados.


Con esta enfermedad se pueden ver afectados: la retina, el riñón, el sistema nervioso periférico, sistema nervioso autónomo, pueden producir cardiopatía isquémica, isquemia cerebral y enfermedad periférica vascular.


Situaciones de Urgencia en el Diabético

a.       Hipoglucemia: disminución de la glucosa en sangre, motivada por un exceso de insulina o hipoglucemiantes, por un ejercicio físico intenso que aumenta el consumo de glucosa y por una ingesta de alimentos reducida. La instauración del cuadro clínico es rápida y se define mediante la denominada tríada de Whipple:

1.       Glucemia con valores inferiores a lo normal.
2.   Síntomas compatibles: cefalea, visión borrosa, irritabilidad, parestesias, debilidad, fatiga, confusión, vértigo, amnesia, incoordinación, cambios de conducta, sensación de frío, hemiplejia transitoria, afasia transitoria, nerviosismo, ansiedad, temblor, sudor, palpitaciones, hambre, palidez, náuseas, ángor, convulsiones y coma. 
3.       Desaparición de los síntomas tras la administración de glucosa.

La selección del protocolo para el tratamiento de la hipoglucemia aguda en la clínica odontológica va a depender del estado de conciencia del paciente, el cual puede encontrarse:

1.       Consciente y alerta
2.       Consciente pero no responsivo
3.       Inconsciente
      
      El tratamiento se debe instaurar inmediatamente y consiste en la administración de glucosa. Si el paciente está consciente por vía oral y si está inconsciente por vía intravenoso, se administra una dosis de 50 ml de glucosa hipertónica al 33%. Si hay dificultad para canalizar una vía, se administra una dosis de 1 mg de glucagón por vía intramuscular o subcutánea, como medida alternativa hasta poder administrar glucosa. Evacuar a un hospital lo antes posible para su estabilización y estudio.  Nunca administrar insulina.

b.     Coma hiperosmolar: suele ser el estadio final de la descompensación metabólica de la diabetes tipo 2. Se presenta en pacientes de más de 50 años y se caracteriza por hiperglucemia grave (500 a 600 mg/dl) con deshidratación, disminución de la presión arterial e insuficiencia renal, osmoralidad plasmática elevada y disminución del nivel de conciencia, en ausencia de cetoacidosis, pues periféricamente hay suficiente cantidad de insulina para inhibir la lipólisis. Se puede desencadenar por: infecciones, medicación (esteroides, diuréticos, hipotensores) trastornos digestivos, quemaduras, traumatismos, ictus, alteraciones cardiovasculares (infarto al miocardio, insuficiencia cardíaca).   

c.       Cetoacidosis diabética: descompensación metabólica como consecuencia de la deficiencia de insulina, caracterizado por hiperglucemia. Suele aparecer en la diabetes tipo 1. El paciente relata pérdida de peso en varios días, vómitos deshidratación, hipotensión, hiperventilación, estupor y confusión, y en casos graves coma.


Se aconseja que ante un paciente comatoso sin que se sepa si es de origen hipo o hiperglucémico, se trate como si fuera hipoglucémico, ya que puede resultar vital para controlar la hipoglucemia y, aunque tuviera una hiperglucemia, el aporte externo no empeoraría la sintomatología.


Manifestaciones orales


No existen manifestaciones orales específicas, pero los cambios que se producen en el diabético hace que aparezcan con mayor frecuencia ciertas enfermedades. Pueden ser de ayuda para identificar diabéticos sin diagnosticar y aquellos descompensados.


La complicación más frecuente es la periodontitis, caracterizada por abscesos periodontales y un mantenimiento más complicado. Los factores más relacionados con la gravedad de la periodontitis son: edad del paciente, insulinodependencia, grado de control metabólico y duración de la diabetes.  Debe ser tratada de la manera más precoz posible, con un seguimiento y mantenimiento más estrecho y teniendo en cuenta que se ha visto que la infección periodontal y el tratamiento son capaces de alterar el control de la glucemia. Varios autores recomiendan la administración de antibióticos durante el tratamiento periodontal. 


Puede aparecer xerostomía, mayor prevalencia de caries y del síndrome de boca ardiente, odontalgia atípica, alveolitis seca, úlceras orales, queilitis angular, liquen y glositis romboidal media.


Es importante conocer el tipo de medicaciones que utiliza, el momento en que se le administra y las posibles complicaciones secundarias que pudiera padecer.


Como norma general se establece que en un diabético bien controlado no es preciso alterar el tratamiento, siempre que se efectúe con anestesia local y no se altere el ritmo de ingesta de alimentos. Verificar que el paciente ha tomado su medicación antes de iniciar el tratamiento y ha ingerido alimentos adecuadamente. En el caso de la insulina, se debe evitar tratar en los momentos de máxima actividad del fármaco, pues existe una hipoglucemia transitoria, que se agrava si no han consumido hidratos de carbono.


El uso de anestésicos no se debe modificar, ya que, aunque la adrenalina puede antagonizar los efectos de la insulina, es mejor un adecuado control del estrés y una anestesia adecuada que evite la liberación de adrenalina endógena.


En la elección de un analgésico se debe evitar el ácido acetilsalicílico, pues compite por las proteínas plasmáticas con los hipoglucemiantes orales, sustituyendo por paracetamol con o sin codeína.


Lo más importante es siempre tomar en cuenta la opinión del endocrinólogo sobre el tratamiento dental y realizar el tratamiento lo más precoz posible.

Comentarios